No cabe duda que la globalización es un fenómeno que desde hace años está afectando al mundo entero. La mayoría de las veces este proceso es abordado desde el impacto que causa a nivel tecnológico y económico, pero en pocas ocasiones nos detenemos a observar los cambios que la globalización está ocasionando en niveles más “reducidos”, individuales si se podría llamar así. Un mundo desbocado, es la propuesta de Anthony Giddens por analizar aquellos cambios que diario observamos sin percibir del todo que estos se deben al proceso de globalización.
Para ello, el autor explica cómo este fenómeno no se presenta únicamente en los grandes sistemas, pues los círculos más reducidos también se han visto alterados a nivel cultural, tecnológico, social, y en todos los rubros.
Sin duda uno de los temas que generan más interés dentro de las reflexiones de Giddens es la situación actual de la familia, pues esta institución social es realmente distinta ahora de como era hace algunas décadas en el mundo. La familia tradicional se ha modificado a partir del papel que desempeña cada uno de sus miembros y con ello la aparente solidez que representa también está sufriendo cambios, por esta razón no es gratuito que la familia sea uno de los discursos políticos más utilizados hoy en día. Y es que hoy se le puede llamar familia incluso a la que está compuesta por dos miembros (algún padre e hijo) pues el termino no se justifica por el número de miembros, sino por las relaciones afectivas que se establecen en estos, por eso aquí me atrevo a opinar que el número de miembros nos es proporcional a la estabilidad que en ella se pueda generar.
El mejor ejemplo utilizado por Anthony Giddens para demostrar la evolución que la globalización ha traído en la familia es el papel que la mujer juega en ella. Como bien se sabe en el pasado las posibilidades que la mujer tenía para salir de casa y obtener una preparación profesional eran en verdad mínimas, en lugar de eso desempeñaba una función puramente maternal, donde la crianza de los hijos era la tarea de mayor prioridad. Esto contrasta de sobremanera con la época actual, en la que la posibilidad de elegir entre el hogar, los estudios o ambos se mantiene para la gran mayoría de las mujeres.
Pocas veces se escucha hablar de la globalización vinculada hacia aspectos concernientes a la sexualidad, sin embargo el libro recuerda como la liberación sexual es uno de los temas que hoy se tocan con mayor frecuencia en todo el mundo. Aunque otro aspecto que a su vez tiene relación y es rescatado por Giddens es el significado de las relaciones sexuales por sí mismas, el cual también evolucionó de forma radical. El separar la idea de la reproducción con el simple hecho de obtener placer sexual es algo que no hubiera podido imaginarse en las sociedades tradicionales del pasado, y esto afectaba en mayor medida a la mujer, pues estaba condicionada a procrear en el acto. A reserva de lo que se pueda opinar sobre los usos que la mujer le pueda dar a su cuerpo desde el principio de los tiempos, es indudable que actualmente las mujeres pueden decidir con toda libertad cuándo desean llevar a cabo el acto sexual con fines distintos al de la reproducción.
Anthony Giddens |
En fin, son estos y otros más los temas abordados por el autor en el libro, pero todos estos pretenden demostrar la igualdad con la que se está viviendo en todas las sociedades del mundo. Aunque es aquí donde aún tengo conflictos para en verdad creer que el mundo entero está sufriendo los mismos procesos de cambio, que el ritmo de vida es igual en los individuos o que las prácticas se están generalizando por ejemplo en todos los jóvenes del mundo. Quizás esta incertidumbre que se me presenta se debe a que no tengo las referencias adecuadas para comprobar este hecho, pues todas ellas son mediáticas y como bien sabemos los medios de comunicación crean o representan sus propias realidades, por lo que no puedo saber cómo es en realidad la realidad. Por ejemplo no sé a ciencia cierta si en Irán también hay jóvenes tocando música rock en inglés como lo asegura Los gatos persas, o si van a fiestas infestadas de alcohol como en Persepolis (películas que aseguran estar basadas en hechos reales), aunque ese conflicto tal vez se deba a la realidad que la prensa, el cine y la televisión ya me han formado una idea del difícil estilo de vida que se tienen allá… Pienso que para saber exactamente cómo es el fenómeno debo estar dentro de él.
Por ahora solo puedo decir que la globalización si es un fenómeno que existe y está modificando sociedades pero sobre todo individuos, mas estos procesos no se están dando con el mismo impacto en todos los lugares, ya sea por intereses políticos, económicos y hasta religiosos. Por eso mismo aún falta muchísimo para de verdad vivir en un mundo globalizado, con las mismas condiciones, las mimas oportunidades, pero sobre todo las mimas libertades.